¿Te ha pasado enamorarte de una persona heterosexual?
Quizá te haya pasado varias veces. En el instituto, en la universidad, en el trabajo…. ¡Mira que hay gente para enamorarse! pero lo acabas haciendo de la chica o el chico hetero.
Si te ha pasado o te está pasando, ya sabes en la aventura emocional en la que te metes. La gran mayoría de veces no tiene final feliz, y lo puedes llegar a pasar realmente mal.
Por experiencia propia te diré que me ha pasados dos veces, una no era correspondida (ni lo llegó a saber) y la otra llegó a una relación (cosa muy poco habitual en estos casos).
Pero si te diré que me han gustado y me he sentido atraída de varias mujeres heterosexuales.
Así que según mi experiencia personal y la de acompañar a personas LGTBI, es algo bastante común.
Por suerte, no llevamos letreros indicando nuestros gustos o nuestra orientación sexual, aunque es verdad que a veces lo agradecerías para evitar situaciones de este tipo.
Cuando conocemos a una persona por la que nos sentimos atraídos, activamos (consciente o no consciente) el botón de atraer.
Ligar es relacionarse y compartir, pero ¿cuándo es el momento de retirarse por nuestro propio bienestar?
Si yo llevo el piloto automático de ligar y tu no lo llevas, está claro que vamos a interpretar las situaciones de diferente manera. Lo que para ti es un simple contacto, para mi es una super caricia que me estremece. Esa llamada pidiendo consejo, para ti será una llamada a una amiga y para mi será la llamada de “me necesita”.
Ahí empezamos a malinterpretar o interpretar lo que deseamos. Señales que mezcladas con sentimientos pueden tener diferentes lecturas.
En esta etapa puedes entrar en un proceso de confusión, aun teniendo claro que esa persona es heterosexual.
Empieza la batalla entre la razón y los sentimientos, el debería y el quiero.
Si eres más racional y ganan la batalla la razón y el debería, puedes alejarte de esa persona o ser sincera y decirle que eres homosexual y lo que sientes por ella.
En cualquiera de las dos decisiones es posible que sientas vergüenza y culpa, por lo que sientes y por lo que estás haciendo. También es muy posible que hacer esto te genere una sensación de pérdida importante. No olvidemos que esto puede suponer terminar con la amistad.
Si los sentimientos y el quiero ganan la batalla es fácil que te autoengañes y decidas vestir un amor de amistad, creyendo que con eso es suficiente para ti. Pero ya te adelanto que no es suficiente, querrás más y exigirás más.
Es posible que al principio incluso te sientas en un contexto de “normalidad”, de relación sostenible, pero si no eres correspondid@, hay poco de normalidad.
Y ¿qué pasa cuando queremos algo que no tenemos? Que nos frustramos.
El sentimiento de frustración es la puerta de entrada a la desvalorización, la baja autoestima o una autoimagen negativa que tienes de ti mismo. Es fácil que con todo esto, se te instale una sensación de no merecer o no poder conseguir lo que quieres y en vez de posicionarte, te dejas llevar por lo que está pasando.
Son esos momentos en los que te acabas creyendo que nunca encontrarás nada mejor, que nadie te mirará así, que si tienes paciencia esa persona cambiará de opinión…todo llevado a la otra persona, sin tener en cuenta como te está afectando a ti.
Como casi todo en la vida, que las cosas suceden puntualmente, se pueden quedar en simples experiencias, pero que se repitan y/o que las llevemos al extremo o al punto de haceros daño emocional, todo eso es una señal para tomar distancia, parar y preguntarnos que nos está pasando.
No dudo que es amor, es más, tengo claro que es amor y, aun así, me pregunto qué hay detrás de este sentimiento. ¿Cuánta necesidad hay de que te quieran y sentirte querido? Y cuando esa necesidad es tan grande, ¿cuánto olvido hay de ti mismo y de lo que es mejor para ti?
Si sabes que te está perjudicando, y no eres capaz en ese momento de parar la situación, estaría bien que te preguntaras que te está pasando, más allá de decirte que estás enamorad@.
A tiempo pasado, enamorarte y no ser correspondido es una de las experiencias más potentes y de los mayores aprendizajes de la vida.
Si te cuestionas a ti mism@ y eres valiente para profundizar en lo realmente te está pasando, es una gran oportunidad de crecimiento personal.
¡ Quiero saber más !Sandra Toledano. Coach Terapeuta LGTBI
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Creo que es un artículo bastante lleno de sentido común. Genial! La Psicología es poco más que eso. Enhorabuena a los autores.
C. Inglés.
Dr. Psicología
Profesor Titular de Universidad
Hola Cándido.
Mi nombre es Sandra Toledano y soy la autora de los artículos publicados en este blog.
Gracias por la generosidad en tu mensaje. Me anima a seguir!
Un abrazo!!
hola, tienes instagram ?
Hola Roberto.
Sí. Busca por «terapeuta.emocional_lgtbi» o Sandra Toledano – Terapeuta.
Un saludo
Hola Sandra.
En cuanto al ánimo que te dan nuestros comentarios, según manifiestas en el mensaje a Cándido, te cuento que puedes seguir animada, y mucho. Me explico: no solamente por quienes te enviamos un mensaje eres escuchada/leída, sino que hay mucha gente que te lee pero no te escribe. Razones? Las desconozco.
Simplemente quiero decirte que este tipo de información es una invaluable guía para muchos que te siguen en silencio.
Gracias
Un saludo.
Hola Fer,
Muchísimas gracias por tu mensaje. La verdad que a veces hay un poco de frustración porque me escriben, contesto y no vuelvo a saber nada. Así que te agradezco tus palabras porque animan mucho.
A veces no puedo contestar a todo el mundo. Me es imposible! Necesitaría una persona exclusivamente para esto. Así que cuando puedo lo hago. Y a veces no contesto a mensajes que ya están súper repetidos y que si leen todos los comentarios pueden encontrar mi respuesta.
Gracias por tu generosidad Fer. Un abrazo!
El año pasado pasé por algo parecido y acabe perdiendo esa amistad, por salud mental, llegué a un punto de autodestrucción enorme, luche por separar ese sentimiento de amor y de amistad, porque realmente el valía mucho la pena como amigo, pero después de que todo acabese, poco a poco retome mi vida, el problema es que estoy reviviendo esa misma situación ahora mismo, conocí a un muchacho en el gimnasio, con el cual estoy comenzando una amistad increíble, es súper buen amigo, pero hace unos pocos días, me di cuenta de que (como dice la publicación) un simple contacto para el, para mi es como una súper caricia, entonces ahí fue cuando dije, «no otra vez», porque gracias a que ya lo viví una vez, puedo controlar mejor esas emociones.
También empiezo a callar a la gente que cuando nos ven, dicen «Oye, parecen novios» porque mi cabeza empieza a divagar y no quiero eso.
Ahora estoy mal, porque se que si no consigo verlo amistosamente, tendré que volver a alejarme de otra maravillosa persona, eso es lo que me duele, lo que me genera ansiedad, mal estar y demás…
No se si es que estoy falto de cariño o me gustan mucho los heteros.
Lo único que puedo decir es que antes esto no me pasaba y ahora llevo una racha que para lo social que soy yo, me dan ganas de meterme en una cueva y tener contacto 0.
Para todo el que haya leído hasta aquí, quiero deciros, que esto es como una montaña rusa de emociones, que se pasa mal, que piensas que no tiene fin, pero déjame decirte que si lo tiene, a veces no tan bonito como esperas, pero final tiene y luego vuelves a mejorar con algo aprendido.
Hola
Gracias por compartir tu experiencia.
hola, te leo y parece que me leo a mi mismo estoy muy muy mal en este momento.
Hola, buenos tiempos para todos.
Compartiré mi experiencia porque lo siento necesario, mi experiencia se ha centrado mucho en sentirme atraído por hombres heterosexuales, es algo que viene sucediendo desde que era adolescente, de hecho mi primer amor fue un vecino al cual veía con cierta frecuencia y de cierto modo me atraía intensamente, pero no lo conocía, ni tan siquiera nos hablábamos.
Han sido tres con la que tengo actualmente, y no digo que he tenido finales buenos o malos, no he tenido el valor de expresar mis sentimientos y todo termina en nada.
Esta última me viene pasando hace dos años, me he enamorado de una persona del trabajo la cual al comienzo no sentía atracción alguna, y he sentido que me han delatado las expresiones y los gestos, al comienzo yo me sonrojaba y el lo detectaba, y no sé si lo hacía de forma intencionada, pero me hacía preguntas en frente de otras personas del porqué me sonrojaba o me ponía nervioso, nunca tuve el valor de decirle que me atraía, que deseaba salir con él, creo que en parte era consciente de la realidad, pero mis emociones me siguen delatando, lo que he sentido muchas veces es que el se pone nervioso cuando me le acercó o trata de esquivarme o ignorarme o ni tan siquiera puede sosterme la mirada, es algo raro, he mantenido cierto distanciamiento y como dice la publicación, no sé si tendrá fin o en fin debería hablar con él.
Saludos